viernes, 9 de enero de 2015

YO, ESCLAVA

Soy esclava de mis pasiones, del placer de mi cuerpo y quizás del ajeno, del dolor, del que se sufre y del que se disfruta, de las mentiras que se sujetan a mi cuello y que sólo mi corazón elige creer, de la felicidad breve o a larga distancia, de las personas, de las palabras, de los momentos eternos y arrolladores siempre sujetos a las hojas de un libro, mi mejor amante. Elijo mi esclavitud a un a riesgo de mi libertad, de la independencia de mi misma, soy yo, el peor amo de mi persona, de los impulsos de madrugada, los mismos que me subyugan, los mismos que me definen. Sólo paseando sobre mis tacones, con mi rojo de labios en el bolso, mi negro eterno sobre la piel, que no sobre el corazón, mis ideas desacompasadas, extravagantes y en demasiadas ocasiones sin sentido, me siento enferma de vida, asolada por un estado febril de pasiones y onomatopeyas perversas que abrasan mi cuerpo y mis sentidos; sólo llena de mi, puedo ser mi mejor yo, para mi y para los que posean las agallas para no salir corriendo.

No hay comentarios: